Por la Diversidad Cultural
Dicen que el Big Ban se origino por una tremenda explosión que a su ves dio origen a una infinidad de estrellas y planetas y el cosmos y el universo y la materia que serian fuente del misterio del hombre y su miedo a la existencia por saber quien es y para que anda por este globo.
Parece que tantas vueltas imparables nos ubican tarde o temprano en tiempo y forma a la altura de las necesidades como así también nos estanca y petrifican en las antípodas de lo que supimos ser, y nos hace tocar fondo, para ver de que esta hecho el esqueleto que nos forma y sostiene el imaginario real y subjetivo de lo mejor de nuestra especie. Y es así como de vez en cuando pasan cosa como las de ayer, tan necesarias como simples, tan explosivas como el Big Ban. Los exiliados huérfanos del poder se encontraron y se dieron abrazos y saltaron, cantaron, pintaron, bailaron, pensaron y rieron, por que se dieron cuenta q no es un capricho querer ser alguien, por que encontrarse hace bien, como también ir a buscar lo que es nuestro y corresponde. Una frase de Salvador Allende en la universidad de México el 2 de diciembre de 1972 decía; “Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica.” Y una plaza vibró, por que una voz amplificada dijo “gracias por estar acá” dirigido a todas y todos los que para algunas y algunos son pocos y casi invisibles. Y la plaza agito sus ramas, por que se vio útil y estaba avergonzada de haberse convertido en un estand automotriz, y se sintió resignificada con el perfume de las pinturas y los latidos de los parches y la electricidad de las cuerdas. Una plaza un encuentro y un reclamo diferente, y por diferente no menos necesario. Se escribe una nueva página en el Zarate de las barrancas y el puente, de las fábricas mortales y el bravo Paraná, por que la cultura camino en las calles harta de tanto asedio y azote y casi q no se escucho a nadie “quejarse” de ella, mas nunca falta algún mal entendido en el tema, claro, la calle es solo para los autos y la cultura es un disco. Pero la caravana copaba la calle de las vidrieras y bombo trombón y redo arrancaban las palmas de los que se llevaron algo mas de lo que compraron, y de lo que no entra en una bolsa, por que esta vez no era “Shopping a cielo abierto”, era música a capella. Será que ya se siente madurar la fuerza transformadora, la que sueña despierta y no cree en los milagros y anda luchando en lo posible, por que sabe que se puede y se necesita de una cultura de tod@s y para tod@s y se canso de llorar para dentro y empieza a grita para fuera, agita su bandera y su identidad, la que la hace ser alguien en medio de tanta insignificancia y vulgaridad. “Camínate no hay camino, se hace camino al andar” diría el poeta Antonio Machado. Y nosotros desde aquí, desde este faro al cual día a día levantamos y ladrillo a ladrillo elevamos, militamos la esperanza testaruda e incansable que se remanga siempre para pintar y pelear por un mundo mejor.
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